El Ministerio de Asuntos Exteriores condena en los términos más enérgicos la hecatombe atroz cometida
por decenas de colonos en el pueblo de Mikhmas al sureste de Jerusalén, los cuales en la madrugada y
con la protección del ejército israelí, acabaron con más de 310 olivos perennes propiedad de Ali Al-Hajj,
Abdel Sami’ Manha y Dahesh Manha. Esta es la segunda vez en aproximadamente 2 años, que colonos
cortan y destruyen árboles de olivo del pueblo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores afirma que este crimen atroz es una parte integral de una guerra
abierta desatada por parte del Gobierno de Israel y los colonos en contra de la existencia nacional
palestina sobre las tierras de Palestina, y tiene como objetivo principal la destrucción y robo de los
cimientos y fundamentos de la estabilidad del ciudadano palestino en su tierra natal, privándolo de sus
fuentes de provisión y el sustento de sus hijos, lo cual es un crimen que se repite constantemente en todo
el país y ante los ojos del mundo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores responsabiliza completamente al Gobierno de Israel por este crimen
y hace hincapié en que éste está involucrado completamente en esta clase de crímenes, donde las
“fuerzas de ocupación”, la policía israelí y los Organismos Judiciales, proporcionan protección y
encubren a los criminales. El silencio internacional frente a estos delitos, las infracciones graves, la falta
de rendición de cuentas y el procesamiento legal internacional de bandas terroristas de colonos y sus
miembros, representa un encubrimiento y alienta a los mismos a cometer más crímenes en contra de los
ciudadanos palestinos desarmados, sus tierras, bienes y lugares sagrados.